miércoles, 2 de julio de 2008

Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots

War has changed... I'm no hero, never was, never will.

Tras un tiempo sin actualizar el blog, me veo en la obligación de sentarme aquí y compartir con el resto de la red lo que un servidor ha vivido nada más acabarse el 4º y último capítulo de la saga de Solid Snake.

Son muchos los meses de espera, años incluso, que nosotros, los fans de una de las sagas más famosas del mundo de los videojuegos, hemos tenido que sufrir para que este pequeño pedazo de cielo llegue a nuestras manos. Además, los españoles hemos tenido que sufrir la huelga de transporte, cosa que ha hecho que el juego se retrase más de lo previsto y, por si fuera poco, los canarios aún más. Además, por si dicha odisea no fuese ya de por sí lo suficientemente traumática, el día que me dispuse a insertar el bluray del juego en mi consola, la actualización del firmware me la rompió, teniendo que acudir a mi garantía para que me dieran una consola nueva.

Ésta es la pequeña odisea que, desde hace 12 días, me ha hecho vibrar sentado en la silla de mi habitación...

En un mundo como el nuestro en que las secuelas de los videojuegos salen como churros, en el que ya casi se ha perdido la esperanza de encontrar un título que te llene, fanatismo aparte, una pequeña luz brota de la caja del bluray de la última aventura de Solid Snake. No quiero hablar de la historia, porque no quiero romper, como he hecho yo todo este tiempo, el mágico misterio que Hideo Kojima, creador de esta saga, ha querido transmitirnos, así que me ceñiré a comentar mis sensaciones y los aspectos técnicos del mismo. Quiero dejar claro que os encontráis ante la opinión de un auténtico fanático de la saga de Metal Gear Solid, por lo que mi opinión del juego puede verse ligeramente afectada por ello, no obstante, a medida que he jugado al mismo, he intentado ser lo más crítico posible y no dejarme caer (o por lo menos intentarlo) en el error de vanagloriar sin ningún tipo de control un título de estas características.

Nombre: Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots.
Plataforma: Playstation 3.

Gráficos: El señor Kojima lo tenía muy claro desde un principio: Cada Metal Gear Solid debe ser superior en el apartado gráfico que su predecesor. Y así lo ha sido desde la primera entrega. No se me ocurre otro calificativo que no sea "excelente" para referirme a lo mucho que se ha cuidado este aspecto. Pero nuevamente volvemos a los planes de este señor: Crear una obra de arte. Y semejante idea no podía hacerse realidad si no está respaldada por la mejor capacidad del momento. Desde luego, así es y así lo consigue, dando una abrumadora sensación de realidad y decadencia que nos engulle desde la mismísima pantalla de título.

Música: Volviendo sobre la idea de la decadencia, que es lo que se plasma en todo momento en el juego, nos encontramos con un apartado musical muy en la línea de sus predecesores, que mantiene en todo momento las cotas de calidad esperadas pero que además consigue evolucionar y dar una vuelta de tuerca para acompañarnos en todo momento, sin ser el centro de atención, causando un fino hilo de tensión que se va haciendo más grueso a medida que avanzan los actos del juego. Sin duda, con un sistema de sonido mejor que los dos altavoces chatos de mi televisión de culo gordo, este apartado habría sido de un mayor deleite, pero pese a todo se consigue exactamente el efecto deseado.

Jugabilidad: Tal vez éste sea el campo menos innovador del juego, pese a las "novedades" en el sistema, cosa que hace que tal vez sea aquí donde más peca, pero los aficionados a la saga sabíamos exactamente qué nos íbamos a encontrar, por lo tanto eso no nos iba a suponer una pega. Kojima introduce pequeñas novedades, sin dar un vuelco al sistema de juego y a la jugabilidad en sí pero teniendo en cuenta cuál es el objetivo de este "juego" (si se puede llegar a calificar de tal), es algo totalmente comprensible. El control sigue siendo sencillo e intuitivo, con el mismo esquema que en las anteriores sagas, salvo la novedad del OctoCamo, el nuevo traje de camuflaje que te mimetiza con tu alrededor, para poder esconderte mejor de tus enemigos. En cuanto al esquema de juego, que se repite durante los tres primeros actos, han logrado crear un entorno muy divertido donde puedes elegir si aliarte con las milicias rebeldes de la zona o ir "al trapo" contra las PMCs locales de cada acto.

Durabilidad y dificultad: En cuanto a la dificultad, como siempre, Metal Gear Solid ha sido un juego donde tú eliges nada más comenzar cuánta cantidad de la misma te quieres encontrar, por lo tanto, si eres un negado con el espinaje táctico, lo puedes poner en fácil y contar con centenares de municiones y raciones, o lo puedes poner en difícil y vértelas canutas para terminar de una sola pieza. Considero que, debido al hilo de tensión in crescendo que se va creando desde el comienzo del juego, la durabilidad es adecuada ya que el argumento te va haciendo sentir una ansiedad muy difícil de digerir a medida que avanzas en cada uno de los 5 actos en los que se compone el mismo. Aún así, hablando en plata, no hablamos de más de 10 horas de juego si eliminamos todas las CGs del mismo.

General: ¿Juego o película? He aquí la cuestión. "Pues que hagan una película", dicen unos. Comentario nada acertado, a mi parecer, ya que no tendrías las mismas sensaciones si no pudieras interactuar con todo el entorno e integrarte de la forma que te integra este maravilloso universo. Pero creo que juego tampoco, ya que a pesar de contar con el aspecto jugón del mismo, aquí se consigue algo más allá. No sé si arriesgarme, aunque me lapiden, a llamarlo "película interactiva", dada la naturaleza del título y la forma en que te sumerge. En cualquier caso, quienes compran este título para disfrutar de un juego y de horas y horas de diversión, es muy probable que acaben llevándose un buen fiasco. Pero tampoco hay que ser extremistas, puesto que pienso y espero, que quien se compra este juego con el número "4" en su por haber, sabe precisamente qué se va a encontrar.

Y tengo que decirlo, lo siento, pero jamás en mi vida un juego había conseguido que me sumergiera de la forma que este título lo ha hecho, consiguiendo que pase momentos de auténtico calvario, bebiéndome las lágrimas a mares, en un auténtico paisaje de decadencia donde lo único que pasa por tu mente en todo momento es la frase: "Por favor, dejadle descansar ya en paz".

En un panorama donde parece que lo único que cuenta es engordar el bolsillo, Hideo Kojima nos ha legado un título que, por su propia fuerza, se mete de cabeza en la historia, para bien o para mal, convirtiéndose en un "must have" y encaramándose muy alto en la cima del videojuego.

Ve con Dios, Snake.

2 comentarios:

Nisa Arce dijo...

Yo no he jugado a la saga, y aunque con solamente haber visto imágenes y escuchar de tus labios la historia no es suficiente para hacer una valoración, sin duda algo deben tener los Metal Gear como para tener a mi novio y mi hermano en vilo tantos años, a mi hermano desesperado porque sea viernes para acabar exámenes y pegarse a la silla sin moverse hasta haberlo terminado (negándose a escuchar cualquier comentario sobre el juego) y a ti escribiendo esta reseña emotiva y sincera, poniendo en el pedestal al juego sin dejar de ser un jugador experimentado y con criterio.

Yeray Hood dijo...

PATÉTICOS PARROQUIANOS QUE OS AHÓGAIS EN EL FLAMEADO DE SNAKE, OS COMPADEZCO; NUNCA UNA SERIE MÁS CON UNA VENA MÁS VULGAR K EL MGS HABÍA TENIDO UN FINAL MÁS INDIGNO DE CUALQUIER CONSOLA, ANQUE FUERA LA PS3. CÓMO SE PUEDE LLAMAR A ESTO OBRA DE ARTE, GASTARSE CASI 70EUROS EN VER VÍDEOS Y MÁS VÍDEOS, UN RITMO DE JUEGO ALOCADO E INSULSO, UNA HISTORIA PATÉTICA DESDE SUS CIMIENTOS, Y LLAMARLO SIQUIERA VIDEOJUEGO. YO OS CONMINO, TRISTES CRIATURAS DE LOS ABISMOS VIDEOJUEGUERILES, VOLVED AL REBAÑO, OS ACEPTAREMOS, PERO POR FAVOR, NO SIGÁIS EMPAÑANDO EL BUEN NOMBRE DEL SECTOR.

NO JUGUÉIS A SEMEJANTES BAZOFIAS PROVENIENTES DEL AVERNO, CREADO POR UN DEMENTE, UN DESVIADO, EN DEFINITIVA, UN JAPO; NO PODEMOS PERMITIR QUE GENTE TAL HAGA VIDEOJUEGOS COMO CHURROS; SE HA DE LLAMAR AL RECOGIMIENTO, ALA ABSTENCIÓN.

PURGANDUS POPULUS, AHÁ, AHÁ